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jueves, 21 de julio de 2016

Antes de mi, la compleja belleza de la vida


El  brillo sincero de su mirada nos engañó a todos. Ese brillo…
Ni si quiera el ángel de la alegría es capaz de
dar a torcer el retorcido brazo del destino.

 
 
Cartel oficial de la película Antes de ti en el que los protagonistas se miran con amor
 

Antes de ti, película que huele ya de lejos a drama romanticón peripuesto, artificial y ficticio; y no os voy a mentir: lo es. Sin embargo, es altamente recomendable de ver.

Últimamente se han puesto de moda las tramas sobre personas con graves minusvalías, sobre sus vidas y sus relaciones con sus cuidadores. No voy a decir que esto me parezca mal, ni mucho menos; de hecho, confío en que esto al menos sirva para que la gente entienda mejor a aquellas personas que desafortunadamente están en tal situación de dependencia física. Por desgracia, vivimos en un mundo poco adaptado que no hace más que complicar la existencia a las personas con problemas de movilidad.

Pero centrémonos, esta película es ñoña mires por donde la mires, pero tiene varias cosas buenas: la primera es que lleva a su público a reflexionar sobre la vida. Sí, quizá sean reflexiones fáciles y trilladas las que se plantean; pero seamos sinceros y realistas, ¿hace cuánto no tenéis una conversación sobre temas complejos de la vida? Debatimos sobre política, religión, deporte, salud, moda, y cotilleos; pero qué ha sido de esas conversaciones, normalmente propiciadas en noches bañadas por mágicos brebajes espirituosos, en las que tratamos de arreglar el mundo.

Eutanasia. Motivaciones de la vida. Modos de enfrentar los problemas. Optimismo. Esperanza. El valor de la vida. Son todos temas que se plasman en este largometraje romanticoide.

Emilia Clarke, últimamente más conocida como Daenerys Targaryen, realiza una muy buena interpretación, sacando todo el partido que se le puede sacar a su personaje. Quizá no luzca demasiado al tratarse de un personaje muy naïf, e infantiloide, pero en mi humilde opinión, y reconociéndome como fan de E. Clarke, clava el papel. En esta película se transforma en pura alegría.

Sam Claflin tampoco tiene un personaje que le permita lucirse en exceso, por motivos obvios; aunque siempre que pienso en las limitaciones de interpretar a un minusválido recuerdo a Dustin Hoffman en Rain Man: si no la habéis visto, vedla. Es brillante. En cualquier caso, S. Claflin cumple con su papel.

Los protagonistas fuera de escena posando con el libro en el que se basa la película


La banda sonora es muy sencillita, con canciones actuales como Photograph de Ed Sheeran, Unsteady de X Ambassadors, y el tema central Not Today de Imagine Dragons, una canción muy buena he de decir (aunque también admito que soy una gran seguidora de Imagine Dragons).

En definitiva, película muy bonita, recomendable para echarse un par de lagrimitas, reflexionar sobre la belleza de vida y sobre las oportunidades y problemas que pueden o podrían aparecer. De hecho, se la recomiendo a los profesores de instituto, y a catequistas incluso, para ponérsela a sus alumnos.

Como mero apunte curioso anecdótico: aparecen como secundarios Matthew Lewis (Neville Longbottom en Harry Potter) y Jenna Coleman (Clara Oswald en Doctor Who).

Pequeña reflexión personal:
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Resulta que La vida es sueño de Calderón de la Barca es una de mis obras literarias favoritas, y el espíritu amargo de ese drama se traslada en cierto modo a esta película.

La vida es breve, muy breve, y las personas somos soñadoras e ilusas por naturaleza hasta que algo nos machaca y nos hace ver que «los sueños, sueños son». El personaje que interpreta E. Clarke, Louise Clark, me parece la representación de la vida misma, de lo que es. Aunque sería muy empalagoso, ojalá hubiera más gente así en el mundo, especialmente estos días. El optimismo, la esperanza, el esfuerzo y la constancia por mejorar, por obtener logros, por ayudar a quien lo necesita… Son valores que apenas se aprecian hoy por hoy; están desfasados.

Emilia Clarke en su personaje de Louise Clark, alocada, guapa y feliz
 

Sólo me resta decir una cosa: disfrutad de cada instante, preocupaos lo mínimo y necesario, y pensad en los demás, y en vosotros mismos. La vida ofrece mucho, sólo hay que saber apreciarlo. Yo ya lo hago, mi padre, Jorge Giménez Vives, y a quien debo este blog, también lo intenta; y en lo que pueda desde aquí, trataré de haceros llegar pequeños regalos de esta vida, como por ejemplo disfrutar de una película ñoña con gente a la que quieres.

A más ver, y disfrutad del arte, porque el arte es vida.

Nuria G. de Torres.